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Consejos para masturbarse mejor

Consejos para masturbarse mejor

Cada vez tenemos más información sobre sexo. Aunque no siempre es rigurosa ni de calidad, debemos aprovechar esta situación para nuestro disfrute. Las posibilidades de obtener placer son infinitas, y seguro que estos consejos de queenlovemadrid.com pueden ayudarte a gozar del propio cuerpo, ¡sin culpas y con mucha diversión!

 

Relájate

 

Cada persona se masturba de una manera diferente. Hay gente a la que le gusta hacerlo rápido, otros prefieren tomarse su tiempo para disfrutar. Lo importante es que te relajes y disfrutes de lo que estás haciendo, con los cinco sentidos abiertos de par en par. Para ello, suele ayudar encontrar un lugar tranquilo y escoger el momento adecuado del día para dedicarnos a nosotros mismos.

 

Centra tu atención en el presente

 

Deja a un lado tus preocupaciones y centrarte en los pensamientos eróticos, en lo que está sucediendo en ese momento concreto. Si tu mente se distrae durante el proceso de estimulación, vuelve a traerla de nuevo al presente con calma y sin juicios.

 

Explora nuevos territorios

 

No llegues al orgasmo siempre de la misma manera. Prueba, explora y descubre diferentes técnicas de masturbación. Existen muchas, el límite en realidad está en tu propia imaginación. Las mujeres que se masturban conocen mejor su propio cuerpo y consiguen llegar al orgasmo de forma más frecuente y natural. Pueden hacerlo de muchas formas, utilizando la técnica clásica de arriba abajo estimulando el clítoris, el sándwich, la estimulación del punto G, boca abajo para favorecer la fricción, con las piernas cruzadas, frente al espejo, ayudada por el chorro de ducha…

 

Por su parte, hay hombres que se sientes más cómodos con la técnica clásica agarrando el pene en la palma de la mano, otros lo prefieren a dos manos, al revés, en la ducha… ¡Lo importante es probar y dejarse sorprender!

 

Introduce juguetes y complementos eróticos

 

¿Y con qué mejor que con juguetes sexuales? Existen infinidad de ellos que pueden ayudarte a que tu excitación durante la masturbación alcance su máximo nivel.

 

Los vibradores, por ejemplo, el clásico que nunca falla ya sea para disfrutar en soledad o para conseguir ese extra de estimulación cuando estás en pareja. Las más avanzadas tienen también a su disposición vibradores dobles, dildos, plugs anales… 

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¿Qué son los juguetes sexuales?

Juguetes Eróticos

Los juguetes sexuales, también llamados juguetes para adultos, son objetos que la gente usa para tener más placer durante el sexo o la masturbación. Algunas veces los juguetes sexuales tienen usos médicos, por ejemplo para ayudarte cuando tienes un problema sexual o un problemas médico. Hay muchos tipos diferentes de juguetes sexuales, y las personas los usan por muchas razones. 

Usar juguetes sexuales es completamente normal, pero también es normal no usarlos. Es una decisión personal y todas las personas son diferentes. Mientras uses los juguetes sexuales de manera segura, usarlos no es dañino en absoluto. 

¿Por qué las personas usan juguetes sexuales?

Todo tipo de personas pueden decidir usar juguetes sexuales, por muchas razones diferentes. Para algunas, usar juguetes sexuales es la manera más fácil (o la única) de llegar a un orgasmo. Esto es muy común sobre todo para las personas con vulvas. Algunas veces las personas usan juguetes sexuales para ayudarse cuando se masturban. Las personas también pueden usar juguetes sexuales cuando tienen sexo con sus parejas. 

Para las personas transgénero, no-binarias o de género no conforme, ciertos juguetes sexuales pueden ayudarles a afirmar su identidad sexual o a aliviar la disforia de género.  

Algunas personas con discapacidad o movilidad limitada usan juguetes sexuales para masturbarse más fácilmente, para tener sexo, para ciertas actividades sexuales, o para posiciones que serían muy difíciles o imposibles de hacer de otra manera.  

Los juguetes sexuales también pueden ayudar a tratar los síntomas de algunas disfunciones como, la disfunción eréctil, el trastorno de excitación genital, el trastorno del deseo sexual hipoactivo y la disfunción orgásmica. A algunas personas, los juguetes sexuales les ayudan a manejar los efectos secundarios sexuales de ciertos medicamentos, algunos problemas de salud o de la menopausia, por ejemplo si tienen  un deseo sexual bajo o menos sensación en sus genitales (pene o vagina). 

¿Qué tipos de juguetes sexuales hay?

Existen miles de juguetes sexuales diferentes. Algunos de los más comunes son:

  • Vibradores (o masajeadores sexuales): objetos que vibran (se mueven continuamente) para estimular tus genitales. Es muy común que las personas usen vibradores para estimular su clítoris y otras partes de su vulva y vagina. Los vibradores también sirven para estimular el pene, el escroto y los testículos (huevos), los pezones y el ano. Hay vibradores de muchas formas y tamaños. Algunos se pueden usar para introducir en la vagina o el ano, y otros se usan en las partes exteriores del cuerpo. 

  • Dildos o consoladores: son objetos que se introducen en la vagina, el ano o la boca. Hay dildos de muchas formas y tamaños, pero normalmente tienen una forma parecida a un pene. Algunos parecen un pene de verdad y otros tienen una forma diferente. También pueden tener una forma un poco curva para ayudar a estimular tu punto G o tu próstata. Los dildos están hechos de muchos materiales como silicona, plástico, metal y vidrio resistente a los golpes.

  • Juguetes anales: son juguete sexuales hechos específicamente para estimular y/o introducir en el ano. Los juguetes anales incluyen tapones anales, cuentas o bolas anales, masajeadores de próstata y dildos con base ancha. Para usar juguetes sexuales anales de manera segura, necesitas usar lubricante. Es muy importante que cualquier juguete que uses en tu ano tenga una base ancha (osea que sea más ancho en la parte de abajo), o alguna manera de sacarlo, para que no se te resbale accidentalmente hacia adentro. Si un juguete sexual se te va hacia adentro de tu ano, puede atascarse ahí adentro y quizá necesites ir donde un/a doctor/a para que te lo saque. 

  • Anillos para el pene (también llamados anillos para la disfunción eréctil o anillos erectores): son anillos que se ponen alrededor de tu escroto y/o pene. Los anillos para el pene hacen que la circulación de la sangre sea más lenta cuando el pene está erecto (duro). Esto puede hacer que tengas más sensación, o que tu pene se ponga más duro y que la erección dure más tiempo. Los anillos para el pene más seguros están hechos de materiales suaves y flexibles como silicona, plástico o cuero con broches, y son fáciles de quitar. Algunos anillos para el pene tienen vibradores pequeños para estimularte a ti o a tu pareja. Como los anillos para el pene restringen la circulación de la sangre (la hacen más lenta), no los uses por más de 10 a 30 minutos y quítatelo inmediatamente si sientes algún dolor o malestar. Si tienes algún trastorno hemorrágico (algún problema con la coagulación de la sangre), o si estás tomando medicamentos anticoagulantes (para hacer tu sangre menos espesa), habla con tu enfermero/a o doctor/a antes de usar anillos para el pene.

  • Bolas chinas (también llamadas bolas Ben Wa, bolas de geisha, bolas de Kegel, esferas vaginales): son unos objetos redondos (bolas) que introduces en tu vagina. Pueden ayudarte a hacer ejercicios de Kegel para tonificar y fortalecer tus músculos pélvicos (suelo pélvico). Las bolas de Kegel normalmente son pesadas, por lo que tienes que apretar tu vagina para mantenerlas dentro de tu cuerpo. Algunas son huecas y tienen bolas más pequeñas adentro que ruedan y rebotan cuando te mueves, haciendo que tengas sensación de movimiento dentro tuyo. Para hacer ejercicios de Kegel no necesitas bolas chinas, y no todo el mundo las usa para eso. A muchas personas simplemente les gusta como se siente tenerlas dentro de la vagina. 

  • Arneses sexuales (llamados “strap-on” en inglés): es una prenda que al ponerse sostiene una funda para pene, un dildo u otro juguete sexual contra tu cuerpo. Algunos se usan como la ropa interior , o como los suspensorios (los calzoncillos de protección que usan los deportistas). Hay otros que se pueden usar en otras partes del cuerpo, como en tu muslo. 
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Cómo recuperar tu deseo sexual

Como recuperar tu deseo sexual

Empieza por el cuidado de un@ mism@. Descansa adecuadamente, lleva una buena alimentación, ser positiv@, hacer ejercicio y mimarse son aspectos fundamentales para mantener alta nuestra autoestima, sentirnos bien, querernos tal y como somos y sentirnos deseables.

Juegos eroticos en pareja

Dedica tiempo a la masturbación, a recorrer nuevos sitios y a conocer qué es lo que te gusta y excita. En soledad también puedes potenciar tus fantasías. Atent@s a estos consejos:

Puedes tener momentos con un deseo altísimo y otros en los que será casi nulo. Respeta el proceso y no te fuerces.

No fuerces a tu pareja sexual:

Al igual que a ti no te gusta que te presionen, no se lo hagas a tu pareja. Cuando la presión entra por la puerta, el deseo sale por la ventana.

Sentirse desead@ es de lo más estimulante:

Habla, seduce, dile cosas bonitas a tu pareja, hazla sentir deseable… El efecto contagio hará que también te desee a ti. Para conectar, desconecta:

Desconecta tu cabeza con una sesión de relajación. Enciende velas, pon música, usa aceites, aromas, juguetes… y disfruta de un buen masaje. Relájate y hazte disfrutar.

Haz ejercicio en pareja:

Activa el deseo sexual.

Fantasía y erotismo:

Haz que tu imaginación juegue y alcance nuevos niveles. Crear un entorno adecuado despertará tu apetito: lee relatos eróticos, busca películas sugerentes…

Los recuerdos, poderosos aliados:

Si crees que tienes poca imaginación, siempre te queda la memoria. ¡Recordar el pasado más placentero puede activar el presente!

Esto puede afectar a tu vida sexual

La salud mental afecta al sueño, al humor, al apetito y, por supuesto… al deseo sexual.

Si esto te suena….

  • No tengo ganas de tocarme.
  • No fantaseo nunca.
  • Me incomoda cuando mi pareja me propone tener sexo.
  • Siento que debería tener el mismo deseo que todo el mundo.
  • Creo que algo me pasa por no tener tanto deseo.

Quiere decir que tu nivel de deseo es más bajo de lo habitual y puede que eso te provoque culpa, ansiedad, vergüenza y frustración.